Hondurasas himna
(Pāradresēts no Tu bandera es un lampo de cielo)
Tu bandera es un lampo de cielo (latviski: "Tavs karogs ir debešķīgi gaišs") ir Hondurasas Republikas nacionālā himna. Himna ir sarakstīta 1915. gadā, tās vārdu autors ir Augusto Konstancio Koeljo, bet mūziku ir sarakstījis Karloss Hartlings.
Himnas vārdi
labot šo sadaļu- Tu bandera es un lampo de cielo
- Por un bloque, de nieve cruzado;
- Y se ven en su fondo sagrado
- Cinco estrellas de pálido azul;
- En tu emblema, que mar un rumoroso
- Con sus ondas bravías escuda,
- De un volcán, tras la cima desnuda
- Hay un astro, de nítida luz.
- India virgen y hermosa dormías
- De tus mares al canto sonoro,
- Cuando echada en tus cuencas de oro
- El audaz navegante te halló;
- Y al mirar tu belleza extasiado
- Al influjo ideal de tu encanto,
- La orla azul de tu espléndido manto
- Con su beso de amor consagró.
- De un país donde el sol se levanta,
- Mas allá del Atlante azulado,
- Aquel hombre te había soñado
- Y en tu busca a la mar se lanzó.
- Cuando erguiste la pálida frente,
- En la viva ansiedad de tu anhelo,
- Bajo el dombo gentil de tu cielo
- Ya flotaba un extraño pendón.
- Era inutil que el indio tu amado
- Se aprestara a la lucha con ira,
- Porque envuelto en su sangre Lempira,
- En la noche profunda se hundió;
- Y de la épica hazaña, en memoria,
- La leyenda tan sólo ha guardado
- De un sepulcro el lugar ignorado
- Y el severo perfil de un peñón.
- Por tres siglos tus hijos oyeron
- El mandato imperioso del amo;
- Por tres siglos tu inútil reclamo
- En la atmosfera azul se perdió;
- Pero un día gloria tu oído
- Percibió, poderoso y distante,
- Que allá lejos, por sobre el Atlante,
- Indignado rugía un León.
- Era Francia, la libre, la heroica,
- Que en su sueño de siglos dormida
- Despertaba iracunda a la vida
- Al reclamo viril de Dantón:
- Era Francia, que enviaba a la muerte
- La cabeza del Rey consagrado,
- Y que alzaba soberbia a su lado,
- El Altar de la Diosa razón.
- Tú también, ¡oh mi patria!, te alzaste
- De tu sueño servil y profundo;
- Tú también enseñastes al mundo
- Destrozado el infame eslabón.
- Y en tu suelo bendito, tras la alta
- Cabellera del monte salvaje,
- Como un ave de negro plumaje,
- La colonia fugaz se perdió
- Por guardar ese emblema divino,
- Marcharemos !Oh Patria a la muerte,
- Generosa será nuestra suerte,
- Si morimos pensando en tu amor.
- Defendiendo tu santa bandera
- Y en tus pliegues gloriosos cubiertos,
- Serán muchos, Honduras tus muertos,
- Pero todos caerán con honor.